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Los Baños Turcos. El Hammam

Uno de los legados del Imperio Otomano son los baños turcos, también conocidos como baños árabes. En su día, estas casas de baño no eran simplemente lugares donde lavarse sino que eran uno de los centros principales de la vida social. Los Baños Turcos. El Hammam

La higiene del cuerpo, además de considerarse un acto de purificación religiosa, gracias al carácter proyectado en estos baños favorece un ambiente ritual y de relajación. Además, el hammam era también un lugar de reunión, de descanso y de cultivar relaciones.

¿Qué significa Hamman?

La palabra «hamam» procede del árabe hamma y significa «calentar». Así conocemos a los baños de vapor turcos que se basan en el calentamiento del agua fría.

Orígen de los Baños Turcos.

De la fusión con la cultura de los baños romanos nació el «baño turco». Aunque el baño turco empleaba el mismo tipo de sistema de calefacción que el anterior romano, es diferente en muchos aspectos.

Los baños turcos. Hammam

Los baños turcos dobles tenían secciones separadas para hombres y mujeres, mientras que los baños individuales acogían a ambos por separado en rigurosos turnos desde la madrugada hasta las primeras horas de la tarde. Los baños públicos estaban abiertos a todo el mundo.

Tumbarse y sudar forma parte de la experiencia del hammam, que suele comenzar en el vestíbulo de entrada, seguido de una visita a un cubículo donde cambiarse y ponerse una envoltura de baño y los zuecos de madera o sandalias de plástico.

A continuación se llega a la sala de vapor, donde la gente se sienta en bancos de mármol allí el objetivo es sudar cuanto más mejor y echarse agua por encima. Al igual que los baños romanos, la sala de vapor está construida sobre ladrillos y se calienta mediante conductos que salen de la sala de calderas.

Partes de los baños turcos o hammam
Partes de los baños turcos o hammam

Para disfrutar de la experiencia completa, hay que apuntarse a una exfoliación y un masaje enérgicos por parte de un asistente que utiliza una manopla áspera para aflojar la suciedad. Para terminar nada mejor que una ducha y un vaso en forma de tulipán de té negro turco.

Arquitectura del Hammam

Arquitectónicamente son estancias muy grandes con paredes de mármol y decoraciones bizantinas. Se componen de grandes piscinas, saunas y fuentes, las aguas pueden ser de manantiales o termales.

Partes de los baños turcos o hammam
Partes de los baños turcos o hammam

En la decoración de las estancias encontramos varios motivos geométricos que dan un aire sencillo y acogedor al recinto. Uno de los principales causas de este ambiente es su iluminación, producida de modo indirecto a través de pequeñas aberturas en el techo en forma de estrella , que en su origen eran cubiertas por vidrios de colores que dejaban pasar una luz tenue y matizada, creando un ambiente indescriptible de paz y tranquilidad.

Partes del Hammam turco

Los baños turcos son famosos por sus contrastes de temperatura en las salas, los bañistas van pasando gradualmente a estancias de mayor temperatura, para terminar el recorrido en una sala de enfriamiento donde encontramos la relajación total.

Partes de los baños turcos o hammam

El Hammam consta de tres salas:

La sala templada

Primero se necesita una relajación en un cuarto tibio que es calentado con un flujo continuo de aire caliente, su temperatura y ambiente resultan muy agradables.

El bañista tan solo tiene que sentarse, dejar mimar su cuerpo y olvidarse del estrés del exterior, del trabajo, problemas, bajo esa temperatura más suave de la primera sala, empezaremos el recorrido de sensaciones que compone el baño.

En esta sala nos preparamos para el gran baño, que será en una más grande y caliente donde se limpia y exfolia el cuerpo..

La sala caliente

Es una gran sala con decoraciones bizantinas, aquí se encuentran los baños calientes y bancos de piedra donde la gente se tumba a descansar después de bañarse en el hammam.

Esta sala es la más calurosa y tiene como misión que el cuerpo eleve su temperatura, se abran los poros y se comience a sudar. Podemos relajarnos sin prisas ya que, cuanto más tiempo pasemos en esta sala, más exfoliados conseguiremos estar.

Tras un baño en la piscina fría

Para finalizar, la sensación de contraste de un baño en la piscina fría hace que el cuerpo se revitalice. Una vez salimos del agua fría, procederemos a un lavado de cuerpo completo y un masaje, antes del último paso: retirarnos a un cuarto de enfriamiento para sucumbir a la relajación final. 

La sala de enfríamiento

Por último el cuarto de enfriamiento, allí se les da a los visitantes una tela llamada futa que los hombres la usan atada a la cintura como pareo y las mujeres para cubrirse desde el escote como un vestido corto, su función es de toalla. En este lugar disfrutaremos de un placentero periodo de relajación

Los baños turcos. El hammam
Los baños turcos. El hammam

La historia del hammam


La historia del hammam se remonta a las termas romanas. Las termas eran comunes en todo el Imperio Romano, geográficamente se extendían desde Europa hasta el norte de África y el Mediterráneo oriental. Las termas romanas contaban generalmente con una sala de recepción, o apodyterium, que conducía a una sala caliente llamada caldarium, una sala templada, o tepidarium, y una sala fría conocida como frigidarium. Los visitantes se desplazaban por estas salas, donde los cambios de temperatura estimulaban el flujo sanguíneo y animaban al cuerpo a sudar las impurezas. Algunos baños incluían zonas donde los bañistas podían hacer ejercicio.

Con la caída del imperio romano llegaron los baños árabes que mantuvieron muchas de las tradiciones de los primeros baños romanos, incluidas las tendencias de decoración, como los suelos de mosaico. Las paredes de los baños están cubiertas de elaboradas pinturas de mujeres bañándose.

Los baños turcos fueron una continuación de los baños romanos y se extendieron por todo el mundo islámico medieval, desde Oriente Medio hasta Al-Andalus.

Los hammams de hoy en día

Los hammams modernos se han transformado a medida que los avances en fontanería han dejado obsoletos muchos de sus servicios.

Mientras que antes la gente acudía regularmente a los baños públicos para asearse, la preferencia actual por la comodidad del baño en casa ha provocado el declive generalizado de las casas de baños. Un ejemplo son los baños de El Cairo, alabados por los autores medievales que están hoy en su mayoría en ruinas.

El escaso número de clientes y el aumento de los costes energéticos de la calefacción y el agua han hecho que las casas de baños sean un negocio poco práctico. En otros lugares, como Turquía, el hammam se ha extinguido como lugar de higiene personal, aunque conserva un papel ceremonial, sobre todo para los preparativos nupciales. Muchas celebrities lo han probado para sus celebraciones ya que tienen un encanto que en pocos lugares se puede encontrar.

Aunque los hammams actuales varían mucho a los tradicionales, todos ofrecen al bañista la oportunidad de sudar bien, una exfoliación vigorizante y abundantes cantidades de té dulce y fruta.

Si quieres saber más sobre los Baños Turcos, también conocidos por Baños Árabes, te recomendamos ver este vídeo.