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Las Termas Romanas

Las termas romanas son conocidas por todos por sus diversas capacidades beneficiosas, tanto físicas como mentales.

Ir al balneario es un lujo que viene de herencia romana, ya que construyeron balnearios en casi todas partes, poniéndolos al alcance de todos, gracias a su arte de recoger, canalizar y distribuir el agua, tanto potable como termal.

Orígenes de los Baños Termales

Para los antiguos romanos, los baños termales eran un auténtico ritual, los baños romanos se inspiraron en el gimnasio griego y en el baño de vapor egipcio.

En realidad las termas no eran sólo un lugar para bañarse en agua caliente sino un verdadero centro de recreación y expandimiento social, dentro de la estructura había de hecho centros deportivos, pequeños teatros, posadas, restaurantes y salones para fiestas

De las termas romanas a los jacuzzis

Por lo general, cada terma ofrecía algo especial a sus huéspedes. Además, estaban abiertas a hombres y mujeres sin distinción.

En definitiva, se trataba de lugares públicos dedicados a tratamientos para el bienestar personal del cuerpo, pero también a la cultura y a la interacción social.

Desarrollo tecnológico

Las primeras termas romanas no nacieron en lugares escogidos al azar, sino en zonas con manantiales naturales de aguas calientes o curativas y se convirtieron en un elemento esencial de las ciudades del imperio, gracias al nivel tecnológico alcanzado por los romanos en el desarrollo de las técnicas de calentamiento del agua.

El aspecto de los baños imperiales era imponente, tan amplio que parecían pequeñas ciudades dentro de la propia ciudad. Generalmente se podían encontrar dos tipos de termas, una más pobre destinada a los plebeyos, y otra mucho más refinada destinada a los patricios.

El interior de las Termas Romanas

En el interior de las termas, los ciudadanos romanos seguían un verdadero ritual. Existía algo así como un circuito, muy parecido al que hoy en día tienen los spas de lujo…parecen innovadores, pero como ahora veremos, ya estaba todo inventado.

Imperio romano

Las termas romanas disponían de varias salas, y un recorrido opcional «recomendado». Por lo general, el «usuario» comenzaba con un poco de gimnasia en el gimnasio o una actividad física en el exterior.

Posteriormente, tras sudar bien, empezaba su circuito por las salas. El recorrido constaba del paso por varias piscinas, desde la que tenía el agua más templada hasta la que tenía la temperatura más caliente.

Salas que componían una Terma Romana

El corazón de las termas romanas estaba representado por cinco salas: apodyterium, sudatio, tepidarium, calidarium y frigidarium. Cada una de ellas tiene una función específica, y la unión de todas ellas favorece los efectos beneficiosos del baño termal.

El Apodyterium

Era el vestíbulo principal de entrada a las termas romanas. Su ambiente consistía en un amplio vestuario, con varias estanterías o nichos, donde los clientes podían guardar su ropa y sus efectos personales.

Además de para desvestirse, el Apodyterion también podía utilizarse como sala de gimnasia en el que los clientes podían realizar ejercicios para calentar los músculos. Una vez hecho el calentamiento, el camino continuaba con la entrada a la siguiente sala.

El Frigidarium

En el Frigidarium los romanos podían tomar baños de agua fría donde templar el organismo. Esta sala solía tener una forma rectangular y en el centro constaba de una o varias piscinas.

De las termas romanas a los jacuzzis

El frigidarium estaba equipado con ventanas muy pequeñas que a duras penas iluminaban el entorno, pero sobre todo su misión era no permitir a la luz solar calentar el agua de las piscinas.

Los frigidarios más grandes conservados en nuestros días son los de las termas romanas de Caracalla y las de Diocleciano en Roma.

Por último, pasamos al Tepidarium.

El Tepidarium

En el Tepidarium, los romanos que salían de los baños de agua fría se encontraban en un ambiente transitorio en el que la temperatura era moderadamente más alta. En este lugar el agua estaba tibia y tenía la misión de preparar al sujeto en cuestión para los baños de agua caliente y las saunas. Como ves, los modernos recorridos de los spas de alta gama, de innovador tienen bastante poco.

El Calidarium

Aquí era donde los baños de agua caliente y de vapor tenían lugar. Su ubicación era generalmente al sur del complejo termal, para aprovechar al máximo el calor del sol.

De las termas romanas a los jacuzzis

Aceites y Especias

  • Una de las principales costumbres era rociar las aguas termales con vinos especiados o con esencias perfumadas
  • Para lavarse utilizaban piedra pómez
  • La arcilla y el aceite de oliva eran el body milk más preciado para embadurnarse el cuerpo

El uso de las termas entre Clases Sociales

Las diferencias entre clases sociales eran poco perceptibles dentro de las termas, si bien no todos los ciudadanos podían permitirse ir acompañados por un séquito de esclavos, o darse un masaje con aceites aromáticos, todos podían bañarse, ya que el precio de las termas era simbólico y a menudo gratuito y una vez desnudos en la piscina, amos y esclavos, ricos y pobres, tenían el mismo aspecto. 

Las barreras sociales no desaparecían, pero se diluían en los vapores del caldarium. El baño era el único refinamiento que estaba al alcance de todos.

Las Termas más Importantes

Además del circuito que hemos descrito, los balnearios más suntuosos y refinados también podían albergar espacios para grandes expresiones artísticas como teatros, diferentes ambientes para juegos de agua, imaginativos mosaicos en el suelo, mármoles y bibliotecas y tiendas.

¿Cómo se calentaba el agua?

En el interior de las estancias y las piscinas de agua caliente los antiguos romanos utilizaban el sistema llamado hypocaustum.

Hypocaustum

Este sistema está basado en la distribución mediante túneles. El calor se extendía por debajo de los suelos de las estancias y piscinas y era alimentado por una serie de hornos situados en los sótanos

Orgullo de romano

Además de ser un gran entretenimiento en la época se consideraba terapéutico y exquisitamente romano.

Solamente los bárbaros, los cristianos o los filósofos despreciaban el baño, las largas barbas que lucían estos últimos eran objeto de burla para el romano medio, que veía en ellas un signo de desaliño y dejadez.

Importancia de las Termas

El baño se convirtió en una de las actividades más comunes de la cultura romana, se practicaba en una amplia variedad de clases sociales. Aunque muchas culturas contemporáneas conocen e interpretan el baño como una actividad muy privada realizada en el hogar, bañarse en Roma era una actividad comunitaria.

Como ves, el papel del agua era capital para el desarrollo social y económico en la Antigua Roma.