Los Baños Griegos
¿Sabías que muchos de los tratamientos de spa que disfrutamos hoy en día tienen su origen en la antigua Grecia? Conoce la evolución de la hidroterapia
Los griegos y los romanos sabían que la limpieza era esencial para la salud. Bañarse, cuidar el cuerpo y mantenerlo en estado óptimo eran formas de rendir homenaje a los dioses.
Los antiguos griegos utilizaban los baños minerales para curarse:
- Los de arcilla o sales extraían las toxinas del cuerpo
- Los de infusión con hojas de laurel estimulaban la circulación y aliviaban los dolores reumáticos
- Los de agua perfumada de lavanda calmaban los nervios
Los escritores clásicos nos hablan de la gran variedad de baños, el baño se convirtió en una forma de vida para los griegos. Los baños griegos se construyeron junto a los gimnasios, no sólo para limpiar el cuerpo, sino como lugares de reunión comunitaria.
Los Baños Romanos
Mientras que los griegos iniciaron muchos de los tratamientos de spa que conocemos hoy en día, el espíritu competitivo de los romanos hizo que compitieran por construir las mayores, más magníficas y más amplias termas de la palabra griega para calor que el mundo haya conocido.
Los romanos eran conocidos por su destreza en la ingeniería, y sus amplias instalaciones de baño no eran una excepción.
- Los baños romanos estaban magníficamente decorados, pues contaban con impresionantes mosaicos de mármol y enormes cúpulas.
- Los techos abovedados sostenían los enormes techos que cubrían las termas.
- Un fuego calentaba los suelos de mármol, elevando la temperatura. Los bañistas tenían que llevar un calzado especial para proteger sus pies.
Los romanos desarrollaron rituales para llevar al bañista a un calor cada vez mayor y volver a sacarlo, ofreciéndole una experiencia increíble…
Circuito de un SPA Romano en la Antigüedad
En primer lugar, los bañistas comenzaban en la sala fría (frigidarium), dándose un chapuzón en agua helada, para pasar a la relajante sala caliente (tepidarium). En esta etapa aliviaban los músculos y las articulaciones, ayudando a la circulación, la digestión y el apetito. Las aguas cálidas abrían los poros del cuerpo, por lo que cuando los bañistas entraban en la sala caliente (caldarium), transpiraban en una serie de baños de sudor e inmersión.
Por último, los bañistas volvían a la sala caliente para recibir un masaje con aceites, allí sus cuerpos se raspaban con un stirgil que era un utensilio metálico curvado que eliminaba la grasa y el sudor, o se daban otra inmersión fría para cerrar los poros, protegiendo el cuerpo de las corrientes de aire.
Centros Medicinales y Sociales
Aunque el baño era la principal atracción, estos enormes complejos de baño ofrecían otros entretenimientos. Los romanos pasaban tardes enteras en las termas, comiendo, socializando, asistiendo a espectáculos o haciendo ejercicio. Por ello las termas se convirtieron en su principal centro social. ¿Te paerece poco? Pues además incluso había dormitorios para todos aquellos que querían echar una siesta. El precio de la entrada a estos centros comunales se mantenía bajo, de modo que prácticamente cualquiera podía permitírselo.
Al mismo tiempo que el Imperio Romano se expandía, los soldados iban introduciendo los baños en los territorios recién conquistados. Cuando podían, aprovechaban las fuentes termales naturales para edificarlos.
Pompeya cuenta con una de las termas mejor conservadas, con un cartel que anuncia su apertura aún visible: «Habrá una inauguración de las termas y se promete al público una matanza de fieras, atletismo, toldos para dar sombra al sol y aspersiones perfumadas». Difícilmente nuestros balnearios modernos podrán superarlo. Evolución de la hidroterapia
Evolución de la hidroterapia